Sentimientos de absorción que me atrapan el alma acá en Capilla del Monte. La ensalada de frutas más grande está adentro de mi cerebro, que me tira del pelo y me pide por favor que lo acompañe a dar una vuelta en calesita, para marearse un poco más y después vomitar verdades verdaderas y palabras de armonía.

Mi estómago me pide que pare de criar mariposas, pero me resulta tan imposible cuando te veo, que me pongo idiota y le pongo nombre a todas.
Mis manos ruegan que deje de escribir, que les de un respiro. Y yo en cambio les doy una sudestada y después un abrazo, así no se enojan y rebelan en contra nuestro, porque si tengo que dejar de escribir sobre vos, la que va a terminar mareada soy yo.