La primavera dejó de hibernar para llenarnos las sonrisas de amor y los pulmones de tabaco envueltos en suspiros. Ya adueñado de mi colchón y de mis gatos, vomitaste palabras que iluminaron mi cuarto sacándome de las sombras.  La música nos envolvió para cubrirnos del frío y abajo de la frazada mágica nos teletransportamos a otro lugar. Cuerpos mimetizados como si fuesen uno y la presencia del mundo exterior se redujo a nosotros. Muchos pochoclos llenadores de vacíos con más azúcar que té. Te quiero: ver, querer, hacer, abrazar, besar, cocinar, fumar. Te quiero fumar de a bocanadas enormes de aire y que me completes los pulmones con algo más que tabaco. Te quiero sentir hasta que mi tacto se suicide de amor.