Al igual que el chocolate me deshago en tu boca y me vuelvo a componer con las luces del alba, rayos hermosos que iluminan mi ser. Sigo siendo yo aunque ahora tengo un poco de vos y el equilibrio que tanto necesitaba tocó la puerta. No quería que entre nadie, el escudo que tenía era mejor que un sentimiento, (los sentimientos me lastiman y me carcomen), pero sin embargo te teletransportaste a mi costado y te tuve tan cerca que entendí que no te puedo volver a dejar traspasar la puerta, esa que oculta lo que tanto nos lastima.