No sé si soy yo que me encanta darme la cabeza contra la pared o que ésta está muy dura o qué. ¿Por qué tantos por qués, cómos, dóndes? ¿Por qué no podés, Paula, simplemente dejarte ser, sin darle tanta importancia a todo? Dejá de creer que todo tiene una forma, no es así. A pesar de que vos seas tan libre como decís, en alguna parte de vos hay algo cerrado con caja fuerte y treinta y ocho mil candados que no podés largar.