crónica de algo y sentimientos de mierda

Estos días fueron y están siendo muy agitados. El domingo tuvimos que aceptar que vivíamos en diferentes coordenadas y así se fue un año de un millón y medio de cosas, de risas, de llantos, de camas, sillones y autos. Duele y bastante. Pero yo siempre voy a tener esa autodefensa del orto, porque para mí "todo está bien" mientras esté con otras personas. El problema es cuando estoy sola, porque ya no está "todo bien" y ahí es cuando más necesito a l g o que ni siquiera sé qué es. No sé si es hablar, llorar, cortarme el cuello o simplemente dormir.
Hoy rendí historia, después de días que me pasé leyendo resúmenes en el tren y en el pasto de mi casa. Me fue bien (por-si-alguien-se-lo-preguntó).

Volviendo al tema de los sentimientos de mierda que ya ni sé con qué palabras describirlos, son una m i e r d a. Siento que no pertenezco a nadie, no sé si es la adolescencia o qué poronga pero esto a mis amigos no les pasa, o al menos no me entero porque lo saben esconder bastante bien. Salir con un grupo y pensar toda la noche en que quiero volver a casa para tirarme en la cama y escuchar Los Redondos. O salir con otro grupo a otro lado diferente y pensar que estaría bueno escuchar Los Redondos con ellos, pero que no da porque no son tan pacíficos de disfrutar una canción en la oscuridad. Y todo así, mamá, papá, hermanas, amigos, compañeros. Paula piensa que no hay lugar para ella en ninguna de esas mentes. Por X o por Y siempre termino sintiéndome mal, con la única fantasía de llegar a mi casa y taparme hasta los ojos, escuchando música tranquila que me saque los nudos que tengo adentro del estómago.

PD: Esto se convirtió en un diario, al que no le gusta hacer de psicólogo sin que yo me entere, que se curta.