Aprendí a ser formal y cortés cortándome el pelo una vez por mes, y si me aplazó la formalidad es que nunca me gustó la sociedad. Viento del sur o lluvia de abril, quiero saber dónde debo ir. No quiero estar sin poder crecer aprendiendo las lecciones para ser. Y tuve muchos maestros que sólo conocían su ciencia y el deber. Nadie se atrevió a decir una verdad, siempre el miedo fue tonto.