1984

"Volvió a preguntarse para quién escribía el Diario. ¿Para el pasado, para el futuro, para una época imaginaria? Frente a él no veía la muerte, sino algo peor: el aniquilamiento absoluto. El Diario quedaría reducido a cenizas y a él lo vaporizarían. Sólo la Policía del Pensamiento leería lo que él hubiera escrito antes de hacer que esas líneas desaparecieran incluso de la memoria.
¿Cómo iba usted a apelar a la posteridad cuando ni una sola huella suya, ni siquiera una palabra garrapateada en un papel iba a sobrevivir fisicamente?"

"Momentáneamente, sorprendió la mirada de O'Brien. Éste se había levantado; se había quitado las gafas volviéndoselas a colocar con su delicado y característico gesto. Pero durante una fracción de segundo, se encontraron sus ojos con los de Winston y éste supo -sí, lo supo- que O'Brien pensaba lo mismo que él. Un inconfundible mensaje se había cruzado entre ellos. Era como si sus dos mentes se hubieran abierto y los pensamientos hubieran volado de la una a la otra a través de los ojos. "Estoy contigo", parecía estar diciéndole O'Brien. "Sé que estás pensando. Conozco tu asco, tu odio, tu disgusto. Pero no te preocupes: ¡Estoy contigo!" Y luego la fugacísima comunicación se había interrumpido y la expresión de O'Brien volvió a ser tan inescrutable como la de todos los demás."