Necesito de vos, Paul. Urgente.



Necesito alguien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza, que cocine guisos de madre, postres de abuela y torres de caramelo. Que ponga tachuelas en mis zapatos para que me acuerde que voy caminando y que cuelgue mi mente de una soga hasta que se seque de problemas y me lleve... Y que esté en mi cama viernes y domingos para estar en su alma todos los demás días de mi vida. Y que me quiera cuando estoy, cuando me voy, cuando me fui y que sepa servir el té, besarme después y echarse a reir. Y que conozca las palabras que jamás le voy a decir y que no le importe mi ropa, si total me voy a desvestir, para amarlo. Si conocen alguien así, yo se los pido, que me avisen porque es así totalmente quien necesito.