Voy buscando otro camino, para poderte encontrar.
Haciendo trampa a mi destino, ya no me pueden parar.
Tu cabeza es como un río, que no deja de correr.
Ya no deja de pensar, ya no deja de sangrar.

Quién sabrá la canción que cantabas en el auto para distraerme. Quién sabrá de la historia que contabas en los viajes para entrenerme. Quien sabrá del refrán que decías en las malas para que me sienta mejor. Quién sabrá la canción que cantabas en el viento para distraerme.