Tenías tantos problemas en tu vida que nunca supiste cómo tratar de ayudarme con los míos. Te aislabas en los tuyos, como si tus dos hijas fuéramos tus mascotas. Nos llevabas a la escuela, nos preparabas la comida y dormíamos. Y la rutina, todos los días, igual.
¿Y ahora como hago para aguantar que nunca te tuve para solucionar mis cosas que ni el tiempo pudo curar? ¿Ahora cómo los soluciono?
Siempre pensaste en vos, en vos y nada más que en vos. Y después me decías egoísta por no querer ir a tu casa y estar con vos cuando vos estabas mal... pero quién estuvo conmigo cuando me sentía mal y sola?